Este fin de semana me enteré del fallecimiento del tío Tomás. Cuando yo iba al pueblo y coincidía con él, siempre preguntaba por todos. Recuerdo aquellas noches de verano, sentados a la entrada de la puerta de casa o en la acera, mirábamos ese cielo tan limpio y estrellado, con la chaqueta puesta, mientras el tío Tomás nos contaba historias de aquí y de allá..... Aquí dejo un relato que escribí ya hace algunos años en homenaje al tío Tomás. Recuerdo, que tras la excursión con el tío Tomás me puse a escribirlo, pues entonces tenía la vena literaria que hoy no encuentro.
15 de agosto de 1981, Pozuel del Campo,
VIAJE A CUEVA NEGRA.
Salimos a las 10:00 de la plaza Barón de Velásquez seguida de la calle San Miguel. Dejamos las escuelas a la derecha, seguimos por la calle Santo Domingo, vamos en camino de las huertas.
Hemos encontrado al explorador señor Pedro. Acabamos de ver la finca del tío Pascual, igualmente granero del tío Mateo, dejando a la derecha el pajar del tío Tomás. A la derecha una balsa, también una parirera que fue de la yaya Marina y Nicanora, y otra de la yaya Marina. Camino de la Hoz y a la vista Los Armarios, finca de los árboles del tío Mateo. Colmenar del Tío Segundo con sus colmenas. Emprendemos de nuevo nuestro cometido.
Pasando de uno en uno por la Rambla. En frente, un colmenar en ruinas. Segundo descanso en la noguera del señor Segundo. A la derecha nos encontramos a la Cueva del Legionario. Hemos divisado “La Cueva Negra”. El primero que llegó fui yo y el resto en grupo.
En la cueva hemos penetrado unos veinte metros. Habiendo visto los graneros que son numerosos. Hemos visto el yeso que tapa las grietas de la cueva
Habiendo permanecido dieciséis minutos contemplando las maravillas de la naturaleza.
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