domingo, 26 de febrero de 2017

Defensa de la Ciudad de Alcañiz. III Guerra Carlista. 13-08-1.874




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Interpretación del parte detallado de la defensa de Alcañiz del Comandante Francisco López Lacambra, de 16 de agosto de 1.874.

Este parte describe el sitio de Alcañiz por las fuerzas carlistas entre el 13 y el 15 de agosto de 1.874.

"CCXIIL—NÚM. 233 VIERNES 21 DE AGOSTO DE 1874. Tomo III.—Pág. 445 
GACETA DE MADRID-MINISTERIO DE LA GUERRA

Parte detallado de la defensa de Alcañiz. Capitanía general de Aragón.-- Estado Mayor. — Sección 3ª — Gobierno militar de Alcañiz. —Excmo. Sr.:

En la tarde del 13 del actual tuve, noticia de que las facciones reunidas de Segarra, Pallés, Gamundi, Cura de Flix, un batallón de Valles y los zuavos de D. Alfonso, con cuatro piezas de artillería de montaña, se hallaban en Calanda; y al anochecer dispuse que la escasa guarnición de esta plaza, unida a la Milicia Nacional local y a 50 emigrados que anteriormente se habían brindado a tomar las armas en caso de necesidad, cubriese el extenso perímetro de la población; disponiendo que la primera compañía de la reserva de Alcañiz, la segunda de la Milicia, una fracción de la tercera de la misma y 40 individuos de la sección de trasportes de Administración militar cubriesen toda la parte que mira al río, o sea desde la puerta de San Jaime, puente, hasta el segundo torreón de las monjas; la primera compañía de la Milicia citada y restante de la tercera desde este punto hasta el juego de pelota, y desde allí hasta el portal de Herrerías, que es un trozo extensísimo; las cuarta y sexta de la citada reserva de Alcañiz, unos 50 hombres, incluso músicos, del regimiento de Córdoba, reservas de Astorga y Avila, procedentes del hospital de esta plaza; además de las guardias establecidas de ordinario, que las cubrían fuerzas de los cuerpos citados y unos pocos enfermos de las compañías de movilizados del cantón.

En el castillo dejé la tercera compañía de la reserva con la sección Krupp y las dos piezas de dotación de la plaza, y en la de la ciudad coloqué como reserva los emigrados a que antes me he referido y la segunda y quinta compañías de Alcañiz.

Confié el mando de las fuerzas del puente al Teniente Coronel graduado, Comandante D. Pelayo Fonseré; la del centro al primer Comandante de la Milicia Nacional D. Casimiro Cabañero; las restantes al Comandante del mismo D. Rafael Masgrau bajo la inspección del Coronel Graduado, Teniente Coronel primer Jefe de dicho batallón D. Francisco Guerra, encargando al otro Comandante D. José Leoz del castillo y sus avenidas, y dispuesto yo a acudir al sitio en que fuere necesaria mi presencia. A la hora acostumbrada salió la ronda volante da las afueras a establecer los puestos que les tengo designados; pero a los pocos momentos oí ya la señal de alarma convenida y bastantes tiros después, teniendo que retirarse a la plaza la citada ronda.

Continuó la noche con tranquilidad; pero a la una y media de la madrugada, hora sin duda convenida de antemano, rompió el enemigo a un mismo tiempo un horroroso fuego por todo el perímetro sin la menor excepción, ocupando las fábricas de harina y molinos de aceite que están al otro lado del río junto al puente, y todos los huertos situados en el resto del perímetro: parapetados en las tapias de ellos y con los bancales a distinto nivel del terreno, llegaron sin que pudieran ser sentidos y con el mayor silencio a 400 pasos de la muralla apenas concluida el día anterior.

Todas las fuerzas del recinto contestaron con un fuego tan nutrido como el del enemigo, aunque con la debilidad consiguiente a su escasez; pero reforzados inmediatamente los puestos mandados por el Teniente Coronel Guerra y Comandante Masgrau con la quinta y parte de la segunda compañía de esta reserva, la ronda volante y la sección de emigrados, se contrarestaron los inauditos esfuerzos de la facción, que con una tenacidad y arrojo digno de mejor causa llegó hasta la misma muralla, y con piquetas y palanquetas de que venían provistos empezó a socavarla, tratando también de abrir huecos donde apoyar los pies para asaltarla: todo fue en vano; la oportunidad del refuerzo, las oportunas disposiciones de los Jefes citados y de los dignos Oficiales a sus órdenes, y la serenidad de las tropas compuestas de quintos y paisanos armados, muchos de estos con fusil liso, y los restantes, en su gran mayoría, con Berdan y unos muy pocos Remingthon contuvieron al enemigo; hicieron retroceder a sus parapetos, y por fin retirarse a las cuatro de la mañana al toque de alto el fuego que repitió toda la línea, abandonando muchas armas, picos, palanquetas, comestibles, ropas que están en mi poder, sobre todo muchas municiones Berdan, Remingthon y Minié, que se han recogido a espuertas. Mientras esto sucedía en el lado de los huertos, el Comandante Fonseré, improvisando aspilleras, muchas de ellas en las antiquísimas murallas de la población, sostenía un nutridísimo fuego contra un enemigo perfectamente parapetado. La artillería Krupp y la de la plaza, mandadas por el Capitán de ejército, Teniente del cuerpo D. José Somoza, y el Teniente de la reserva D. Francisco López Olivera, a pesar de la oscuridad de la noche y guiados sólo por los fogonazos, alojaron cuatro granadas en las fábricas y molinos antes citados, contribuyendo a apagar los fuegos del batallón del Cura Flix, que las ocupaba.

Sin pérdida ninguna por nuestra parte, el enemigo tuvo muchas; pudiendo manifestar a V. E., aunque invierta algo el orden de los sucesos, que al día siguiente se recogieron y enterraron 10 cadáveres; que en Valdealgorfa han enterrado otros, y que retiraron muchos heridos que se hallan curándose en Torrecilla, Codoñera y otros pueblos inmediatos, recogiendo nosotros uno y haciéndoles un prisionero, que no me puedo explicar cómo quedó inmediato a la muralla sin lesión alguna.

Por ellos he sabido que el batallón sorteado para el asalto fue el mandado por Pallés; que secundaban el ataque los dos batallones de Gamundi, uno de Segarra, el del Cura Flix ya citado, y uno o dos de zuavos; que los titulados Infantes habían venido desde el Forcall a Calanda, y desde allí se habían trasladado durante el ataque al sitio llamado la Camarasa, distante hora y media, acompañados de Tristany y del resto de las facciones de Aragón y Maestrazgo, a excepción de Cucala, a quien esperaban con artillería rodada, pues ellos sólo traían cuatro cañones de montaña, de que no hicieron uso.

Continuó la noche sin novedad; pero a cosa de las siete de la mañana se presentó en el Cabezo del Cuervo como un batallón, empezando a hostilizar la plaza; pero la artillería logró colocar dos granadas en el centro de la masa, dispersándoles y causándoles alguna baja, lo cual me consta, porque en el reconocimiento que inmediatamente después practicó la ronda volante, mandada por Segundo Martínez, y protegida por otras fuerzas a las órdenes del Teniente Coronel Guerra, recogió porción de ropas ensangrentadas y observó muchos rastros de sangre.

Todo el día 14 continuó la facción en los alrededores de la población, dejándose ver y retirándose, y haciendo de vez en cuando algunos disparos: al anochecer volvió a tomar posiciones, y luego he sabido que colocó un cañón cerca de las fábricas y molinos ya citados, y a las doce de la noche comenzó de nuevo a hostilizarnos por la parte de los huertos con un fuego nutridísimo, pero que cesó a cosa de tres cuartos de hora, continuando toda la noche algunos disparos. Las fuerzas que situaron en el cañón al otro lado del puente no hicieron fuego, y luego he sabido que cansadas de esperar órdenes y no habiendo recibido ración se retiraron.

El día 15 por la mañana dispuse se practicase un nuevo reconocimiento por la carretera de Morella; pero apenas salió la fuerza de esta plaza, una muy escasa del enemigo quiso atraerla; pero comprendido al momento por el digno Comandante Fonseré, que la mandaba, hizo alto, tomó posiciones y me dio aviso. No se equivocó: ínterin yo lo recibía aparecieron gruesas fuerzas de caballería y bastante infantería que ocupaba los antiguos fuertes exteriores y el Cabezo del Cuervo, donde los zuavos construyeron algunas trincheras, aunque a la ligera.

Retiradas las fuerzas de descubierta a la plaza bajo la protección de la artillería de la misma, se rompió un fuego bastante intenso que duró casi todo el día, a pesar de haber sido desalojados de sus posiciones por dicha artillería en un muy breve tiempo.

Municionadas las tropas y ocupando todas las mismas posiciones que los días anteriores, a las once de la noche, creyéndolas el enemigo cansadas, intentó un nuevo asalto por el mismo punto de los huertos; pero como el de la noche del 13 al 14 se estrelló ante la constancia y decisión de esta sufrida tropa y nunca bastante alabada Milicia Nacional y emigrados, desistiendo de su empeño a la hora de haberlo emprendido, y abandonando a su marcha bastantes escalas que he mandado inutilizar en este día.

En la mañana de hoy sólo ha habido un ligero tiroteó y se han visto muchos grupos por distintos caminos, habiendo sabido por algunos carreteros llegados por la de Morella que a las cuatro de la tarde de ayer D. Alfonso y Doña Blanca salieron de Valdealgorfa, camino de Mazaleón, creyendo que en estos se halle, en Calaceite y pueblos inmediatos. La fuerza que anoche hostilizó la plaza se ha retirado también al parecer esta mañana, y durante la tarde de hoy se han visto de nuevo grupos de caballería e infantería que iban y venían por la carretera de esa ciudad, camino de Calanda y Montañas de Pueyos y Valdecabadores, asegurándome en este momento que en Castelserás han cargado esta tarde, no sé qué fuerzas, carros con escalas. Tengo tomadas las mismas precauciones que las noches anteriores; y la tropa, Milicia, emigrados con sus Jefes y Oficiales, a pesar de no haber abandonado la muralla desde las cinco de la tarde del 13 del actual, se halla tan contenta y animada, que me atrevo a asegurar a V. E. que no se preocupa por lo que pueda suceder en la noche próxima.

No puedo citar a V. E. nombre alguno de cuerpo armado ni persona digna de especial mención; todos se han distinguido. Excmo. Sr., todos se han excedido a sí mismos; a mi lado he tenido constantemente al Sr. Juez de primera instancia del partido, que me ha ayudado en cuanto ha sido necesario; pero faltaría a mi deber si no hiciese una honorífica mención del Sr. Alcalde D. Manuel Mor, que con el segundo y demás individuos del digno Municipio que preside me ha facilitado instantáneamente cuantos auxilios les he pedido; han conducido municiones a los puntos que las necesitaban, han ejercido las funciones de Ayudantes míos, trasmitiendo mis órdenes y ayudando eficazmente al citado primer Alcalde, le han permitido improvisar en muy pocos días una extensa muralla que, si bien no muy fuerte, lo ha sido lo suficiente-para contener al enemigo, llenando además de barricadas las calles para poder hacer otra defensa en el segundo recinto.

Recomiendo a V. E. a todos, Ayuntamiento, militares, Milicia y emigrados. Todos son dignos de su aprecio y consideración.

Continúo en absoluta incomunicación con la parte de Híjar, no habiendo llegado correos, coches ni carros.

Ignoro por lo tanto la situación de columnas, y aventuro este parte dudando llegue a su poder por si le inspirase algún cuidado la situación de esta plaza.


Dios guarde a V. E. muchos años. Alcañiz a las once de la noche del 16 de Agosto de l874.=Excmo. Sr.= El Comandante militar, Francisco López Lacambra.—Excmo. Sr. Capitán general del distrito.=Es copia.=El Coronel Jefe de Estado Mayor. Luis Otero.=V.° Bº=P. A., el Brigadier Segundo Cabo Grajera.— Hay un sello que dice. Capitanía general de Aragón= Estado Mayor."

domingo, 12 de febrero de 2017

miércoles, 8 de febrero de 2017

domingo, 5 de febrero de 2017

Lavadora Corveró, A por los 21 años

Es la tercera maneta en sus 21 años. Es su punto débil. Su única avería. La posición del muelle se me olvida, así que unas fotos para la próxima.







El panizo rallado.

Con la ayuda de sobrinos e hijos hoy le hemos dado un buen empujón y hemos terminado de descarrizar y rallar el panizo.

2 sacos de pienso de 25kg a tope.

Y este año todo royo, nada de amarillo.




Siembra de zanahorias y remolacha

Es creciente. Siembro zanahorias y remolacha en el caballón de los ajos. Me quedaba algo de espacio.

Datos de Pluviometría recogidos en la huerta


2014: 310 litros
2015: 250 litros
2016: 300 litros

miércoles, 1 de febrero de 2017

Impuesto de Plagas del Campo. Cretas.


Entre los papeles de mis tías de Cretas está el recibo del pago del Impuesto de Plagas del Campo del año 1.932. El pagador es Ramón Vallés Soria, natural de Valderrobres, es el padre de Ramona Vallés, y estaba casado con Dolores Omella Bellés, de Cretas.

Este impuesto surge en 1.908 tras la Ley de Plagas de 23 de mayo de 1908, publicada en la Gaceta de Madrid. Ley de Plagas

Dicha Ley en su Capitulo 1, se articulan las disposiciones de carácter general, encaminadas a la vigilancia de los campos, al tratamiento de los focos que pudieran determinar el origen de una plaga y a la prevención y extinción de la misma.

Dos artículos de este primer capítulo, curiosos por la manera de organizar la vigilancia de las plagas y el cálculo del impuesto, el artículo 2º y el 17º:

"Art. 2.° En todos los términos municipales se creará una Junta local de defensa contra las plagas del campo, encargada de vigilar e inspeccionar los predios agrícolas, a fin de conocer el estado de sus cultivos y determinar cualquiera alteración o síntoma sospechoso que pudiera afectarlos, determinando sus medios de extinción o preventivos que deban seguirse, de acuerdo con el informe de los Ingenieros agrónomos de las provincias respectivas y del Consejo provincial de Agricultura y Ganadería. Se formará dicha Junta por tres mayores contribuyentes de los que residan habitualmente en la localidad entre los diez que paguen mayor cuota por riqueza rústica y pecuaria; dos individuos que formen parte de entidades agrícolas, y si no existieren éstas, un Maestro de instrucción primaria y un Médico titular."


"Art. 17º. Para atender a los gastos de prevención o de extinción y de las subvenciones que puedan acordarse, así como para los de divulgación, publicación y material, cada Consejo provincial de Agricultura y Ganadería queda autorizado para crear un fondo, que podrá llegar al 0‘50 por 100 de la riqueza liquida imponible de cada término municipal, y sin perjuicio del que pueda haber para las plagas de langosta y filoxera; dicho fondo se recaudará por las respectivas Juntas locales de defensa, y se entregará al Consejo provincial para su custodia o inversión, con arreglo a lo dispuesto en los artículos anteriores, librándose las cantidades por el Jefe provincial de Fomento. En caso de negativa al pago, el Consejo provincial, a propuesta de la Junta local, acordará la exacción por la vía de apremio."

Los siguientes capítulos están dedicados exclusivamente a la Plaga de Langosta y a la Filoxera. Qué importancia debían de tener para regular particularmente estas dos plagas catalogadas como "calamidad pública".